La periodista independiente Juliet Michelena Díaz enfureció al régimen con un reportaje que muestra la agresión de un perro de la policía a un hombre indefenso. EL pasado 7 de octubre, la periodista cumplió 6 meses de privación de libertad en la Prisión de Mujeres del Guatao
LA HABANA, Cuba -El tiempo a veces pasa muy rápido para el gusto de algunas personas, como dice el tema de la famosa película Casa Blanca de Humphrey Bogart: “as time goes by”. Pero para aquellos que viven en condiciones difíciles, un minuto son sesenta segundos de espera.
Ese es el caso de Juliet Michelena Díaz, que el pasado 7 de octubre cumplió 6 meses de privación de libertad en la Prisión de Mujeres del Guatao, para ella según dice es como si hubiera perdido seis años de vida.
Juliet es una mujer de 38 años de edad, de la raza negra, con instrucción media, residente en una zona marginal del municipio San Miguel del Padrón, conocida como “La Corea”. Ella forma parte de la Red Cubana de Comunicadores Comunitarios, como periodista independiente.
Enfureció al régimen con un reportaje sobre la técnica canina, en el que se muestra la agresión de un perro -de los que controla la policía- a un hombre parado en una esquina.
A partir de ese momento sus arrestos no cesaron, pero en uno de ellos cerca de su casa, una mujer civil, de las que se presta para formar parte de las Brigadas de Respuesta Rápida, la empujó y escupió, estando esposada a la espalda.
La policía política convirtió a Juliet en agresora y la acusa de “atentado” a la casa de esta represora, que ni siquiera la comunicadora sabe dónde vive.
Con el fin de mantenerle algún tipo de defensa legal, aunque nadie en su familia cree en que en Cuba haya división de poderes, se le han tenido que contratar 4 abogados. Y es que los defensores temen tomar casos de disidentes, porque está muy reciente la situación de la Dra. Amelia Rodríguez Cala a la que suspendieron del ejercicio del Derecho, por acusaciones inventadas de supuestos clientes; aunque todos saben que su grave “delito” es defender a la oposición.
En la prisión Juliet ha comenzado a padecer una serie de enfermedades en la piel, debido a que no quiere salir de la celda. Ella rehúsa comer los alimentos que allí ofrecen y tiene problemas de anemia.
En un minuto que se tropiece con alguna presa, puede tener una discusión y complicarse dentro de la prisión, que quizás eso es lo que espera la Seguridad del Estado, porque como no hay evidencias del delito que le imputan, cualquier otro sería más que suficiente para mantener a esta valiente mujer apartada de informar la verdad de lo que sucede en el país.
“Seis meses” son dos palabras, pero como ella bien dice cada día cuenta y el sacrificio de vivir separada de su esposo y de su familia es algo que utiliza el régimen, para “ablandarla”, que es lo mismo que decir tratar de que abandone su condición de periodista independiente.
Pero siempre que se habla con Juliet, ella se mantiene firme, da la sensación de que le está ofreciendo aliento al interlocutor, porque su voz no tiembla en ningún momento, para decir: “aquí voy a resistir hasta que quieran”.
El actual abogado ha dicho que el expediente se encuentra en el Tribunal Municipal de 10 de Octubre, listo para realizar el juicio. En este Tribunal se constituye la Sala de la Seguridad del Estado Provincial y fue donde juzgaron una parte de los miembros del Grupo de los 75. También para allí está señalado el próximo 21 de octubre el juicio de Sonia Garro, que se encuentra en la misma prisión que Juliet.
Lo que esta valiente mujer necesita es solidaridad, en primer lugar de los disidentes que dentro de la isla, conocen perfectamente cómo son las cosas vinculadas con la “justicia” del régimen, pero también necesita el apoyo de los periodistas de forma internacional, de los órganos de prensa que se encargan de difundir la verdad de lo que sucede en Cuba.
Es importante poner fin a esta situación y no permitir que se repita con otros comunicadores que estén dando reportes de la realidad del país, solo manteniendo a Juliet en los medios se logrará terminar con esta injusticia. ¡Libertad para la periodista independiente Juliet Michelena Díaz!