Encontrar un abogado defensor para alguien que piense diferente al régimen es prácticamente imposible
LA HABANA, Cuba.- Hace más de 4 meses está presa la comunicadora social Juliet Michelena Díaz, en la Prisión Provincial de Mujeres de El Guatao. Se le acusa de “Atentado” contra una señora quien ni siquiera conoce; la vio en una ocasión cuando fue arrestada. Entonces permitieron que la mujer la empujara y escupiera. Es miembro de las Brigadas de Respuesta Rápida.
Se desconoce cuándo se va a celebrar el juicio, porque no hay contactos con el abogado de la defensa, debido a que Juliet es disidente y esto hace que la mayoría de los letrados tengan miedo. Una excepción lo fue la Dra. Amelia Rodríguez Cala, que defendió a todos los opositores que solicitaron su servicio; es por eso que Rodríguez Cala ahora está sancionada y no puede ejercer su carrera.
Desde que arrestaron a Juliet en su casa, tuvo 3 abogados. El último, a pesar de que el convenio firmado contempla dos visitas a la prisión, nunca estuvo allí. El pasado 29 de julio, cuando José Antonio Sieres Ramallo, esposo de Juliet, fue a reclamar al Bufete de San Miguel del Padrón que no tenía ninguna información sobre las gestiones que había hecho el abogado, le informaron que éste no seguiría en el caso, porque estaba enfermo, de baja en el trabajo. Pero si él no llega a ir a buscar alguna señal de actividad jurídica, no se hubiera enterado.
Durante el tiempo en que Orlando Zamora Castillo –este es el nombre del jurista que representaba a Juliet- estuvo con el caso, hubo que realizar cuatro quejas, de las cuales solo respondieron a una, exonerando de alguna responsabilidad al abogado. No obstante, se detectaron violaciones de la legalidad y los procedimientos jurídicos, a las cuales no se le ha dado contestación, ni siquiera por la Fiscalía General de la República.
15 días de gestiones infructuosas en el bufete llevaron al esposo de la comunicadora a visitar a la Directora Municipal de este organismo estatal en el hospital La Balear, donde se encontraba ingresada la hija de la funcionaria. Tuvo que llegar a este extremo, porque en la entidad nadie respondía al nombramiento de un nuevo abogado, como si al no estar la principal funcionaria, no hubiera alguien que se responsabilizara por el trabajo. La Directora Municipal –cuyo nombre desconoce quien escribe estas líneas- le prometió que el lunes 11 (anteayer) daría una respuesta.
Después de esperarle durante unas tres horas en el bufete, informaron a José Antonio que había sido asignado un nuevo letrado, de nombre Manuel Palmero Pérez, pero que no podía hablar con él porque se encontraba en un juicio.
Sin un documento y, lo más importante, sin haber presentado una nueva personería ante el tribunal, Juliet continúa sin abogado.
Para cualquier opositor que enfrente un problema con la justicia es muy difícil conseguir que se cumpla la ley -la misma que el régimen dictó-, porque los disidentes son “persona non grata” y no tienen derechos constitucionales.
Encontrar un abogado defensor para alguien que piense diferente al régimen es igual que buscar una aguja en un pajar.